A lo largo de su historia Alajeró ha sido el municipio menos poblado de la isla, alcanzando la cifra máxima de 2.606 habitantes a mediados del siglo XX, debido a la implantación de cultivos de exportación (plátanos y tomates) y la fábrica de pescado en Playa de Santiago. Este crecimiento de la agricultura y de las actividades de pesca atrajo a los inmigrantes, tanto de otras regiones de La Gomera como de fuera de la isla, lo que causó un aumento demográfico. Con la crisis de la agricultura y la industria pesquera en la segunda mitad del siglo XX el municipio entró en declive durante varios decenios, hasta que las importantes inversiones en infraestructura (puertos y aeropuerto) y en alojamientos vacacionales iniciaron una rápida recuperación socioeconómica.

Los flancos de las montañas áridas de Alajeró son disectadas por una serie de profundos barrancos como los de Guarimiar y La Negra, que constituyen sorprendentes contrastes escénicos y forman algunos de los paisajes más singulares que se encuentran en La Gomera. Llamativas formaciones naturales son tambien el Monumento Natural de La Caldera, la Montaña de Tagaragunche y los destacados acantilados costeros, que son sólo interrumpidos por las playas de La Negra, Erese y La Cantera. Estas dos últimas una vez fueron la sede de una importante actividad pesquera, ya que una planta de salazón de pescado fue operada en Erese, mientras que una planta de conservas de pescado fue construida en La Cantera.

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