Geografia insular de La Gomera |
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MONDAY 02 de MARCH de 2009 14:13 |
La isla oceánica de La Gomera, situada a unos 350 km de la zona noroccidental de la costa africana, es la segunda isla más pequeña del archipiélago de las Islas Canarias, con un área de 373 kilómetros cuadrados. Formada por sucesivos ciclos de erupciones volcánicas desde hace 12 millones de años, la morfología actual de la isla es el resultado de una prolongada y continua actividad erosiva, que ha creado del material volcánico numerosos barrancos profundos y ha dejado a la vista espectaculares formaciones rocosas. Entre las formaciones descubiertas se encuentran los denominados roques, como Agando, Ojila, San Pedro, Cano, etc., que son prominentes chimeneas volcánicas reveladas por la erosión diferencial en los materiales circundantes más blandos. Montañas en forma de mesa como La Fortaleza de Chipude o La Montaña de Cherelepín están formadas por prominentes flujos de lava, mientras que los diques son antiguas estructuras eruptivas lineales, que cruzan el cúmulo de coladas de lava como paredes verticales a través de largas distancias. De forma casi circular, la zona central de La Gomera se constituye como una alta plataforma volcánica, desde la cual un sistema radial de cuencas hidrográficas conocidas localmente como barrancos se extienden hacia la costa. Esta plataforma alta se encuentra entre los 800 y 1300 metros sobre el nivel del mar, y está habitualmente cubierta por un manto de estratocúmulos llamado el mar de nubes, que se forma dinámica-mente cuando los vientos alisios del nordeste predominantes en el subtrópico chocan contra las laderas de las montañas más altas de la isla. Este proceso da lugar a un fenómeno llamado la precipitación horizontal, que genera una gran cantidad de humedad en el suelo y crea un ambiente de elevada humedad atmosférica durante todo el año. Este hecho ha facilitado la formación y supervivencia del bosque monteverde más importante de las Islas Canarias, protegido por el Parque Nacional de Garajonay desde el 1981, que culmina en el punto más alto de la isla a 1.487 metros sobre el nivel del mar. Por lo tanto se trata de una isla muy abrupta de continuos y fuertes desniveles, en la que los profundos barrancos son los elementos más destacados de su paisaje. Las zonas llanas son muy escasas, limitadas sobre todo al tramo final de los barrancos, donde se han asentado las principales actividades humanas. La costa constituye un acantilado casi continuo debido a la acción erosiva del mar, que ha provocado la paulatina y progresiva disminución de la superficie de la isla a partir del retroceso del litoral. Los potentes acantilados están sólo ausentes en las desembocaduras de los barrancos más importantes de La Gomera, que ofrecen los únicos accesos cómodos a la isla, destacando la bahía de San Sebastián donde se encuentra el puerto más importante. La isla exhibe el contraste típico canario entre el barlovento húmedo y el sotavento árido, presentando los pisos bioclimáticos típicos de las islas de mayor relieve, a excepción del piso de alta montaña ya que la cota máxima no llega a superar los 1.500 metros. Por lo tanto la topografía insular y la dinámica atmosférica regional son los factores claves, que diversifican el clima en La Gomera y con ello determinan la distribución y las características de la vegetación insular. Como resultado, una serie de pisos de vegetación se pueden distinguir en la isla, que se derivan de las variaciones en los parámetros climáticos y en la dinámica de la atmósfera. Una simple división triple de la vegetación de La Gomera separa i) el piso basal, entre la costa y los 400 metros de altitud, ocupado por comunidades de cardonales y tabaibales, ii) el piso de transición, integrado por arbustos como las jaras y especies arbóreas como las palmeras y sabinas, y iii) el piso montano húmedo, que por el norte se extiende desde los 500 metros hacia arriba, y está dominado por el bosque de laurisilva y el fayal-brezal, que forman el monteverde canario. Administrativamente la isla de La Gomera se divide en seis distritos municipales, que son San Sebastián de La Gomera, Hermigua, Agulo, Vallehermoso, Alajeró y Valle Gran Rey. La población actual (2005) de la isla es de casi 22.000 habitantes, que en su mayoría (80%) se encuentran concentrados en las aldeas situadas en los valles principales. Además de estas zonas existe una serie de pequeños asentamientos rurales situados en cotas más altas, entre los que destacan los núcleos de Las Rosas, Chipude, El Cercado, Las Hayas, Arure y Alojera. Históricamente la economía de La Gomera se ha basado únicamente en el sector primario, principalmente en la agricultura de subsistencia y, en menor medida, la pesca. Hasta la década de los 1970 La Gomera no había experimentado ningún tipo de diversificación económica, pero desde entonces la base económica de la isla ha sido trasladada desde el sector primario hasta el terciario, con la llegada del turismo europeo y la industria de la construcción. Esta diversificación de la economía insular se ha visto favorecida por el desarrollo de las infraestructuras de comunicación, en particular por las mejoras en la red de carreteras, la construcción de nuevos puertos y un aeropuerto. En la actualidad, el peso relativo de cada sector económico es el 3% para el primario, el 4% para el secundario, el 21% para la construcción y el 72% para el sector terciario. |